sábado, 24 de octubre de 2009

Cautivo en la isla (fragmento)


Cuando uno encuentra la inmensidad en varios kilómetros descampados sea en agua o tierra firme, empieza a experimentar un sentimiento obvio y extraño. La inmensidad queda enorme; nos asustamos al darnos cuenta de la miseria que somos. Un poroto en esa inmensidad. Y queda dislocada la idea de que el hombre domina la tierra. ¿Qué es, al fin y al cabo, lo que domina? El hombre ni siquiera se domina a sí mismo…
Esta inmensidad me inhibe, pero pasado el rato me acostumbro a sus dimensiones. Más tarde incluso me encantan, porque ellas me sueltan una implacable libertad que excede en mucho mi capacidad de dominio. ¡No me hago libre! La naturaleza me hace. Del mismo modo que no me hago feliz sino que los demás me hacen y yo hago feliz a los demás; y de ahí y únicamente por ello tal vez me haga feliz. La felicidad que busca el hombre nunca la encontrará en la propiedad sino en el otro y para ambos. Y estas inmensidades: del aeródromo extenso de pavimento quemado y de la masa mojada del Río de la Plata, hacen de mí una persona libre por fuera de mis dominios. La amada me acaricia, se tropieza y la ayudo a incorporarse. Por decimocuarta vez ríe. Pleno y libre miro la costa uruguaya con todos esos arbolitos y me río. Estoy bien.


©: Felipe Herrero, 2009. Este fragmento forma parte de la nouvelle (diario de viaje) "Cautivo en la isla".

jueves, 1 de octubre de 2009

PUBLICACIÓN

Bajo nieve


Cuentos y Relatos
Año: 2009
Ed: Edición de autor
Diseño: M. Álvarez
ISBN: 978-987-05-5398-4
52 páginas


La puesta en escena de dos descripciones que interactúan, la huída de una pareja ante la presencia de la muerte, o la obsesión de un hombre de 40 años por encontrar el país de los ciegos de Herbert George Wells; son algunos de los temas que trata Bajo nieve, tercer y último libro de la pequeña trilogía que integra junto a Agua marina y Otoño y olvido.

Bajo nieve está dividido en dos partes. La primera de ellas atiende al momento de la descripción, a lo que sucede en la vida y como eso repercute en el individuo. La segunda parte —tal vez más reflexiva—, trata sobre el desprecio hacia el otro, sobre una humanidad desterrada por la indiferencia del individuo hacia ella, de la persona tapada bajo nieve (su dominación), de una parálisis eterna, del no actuar ante el peligro ajeno.




"... atrapado en una ola de mar, sólo espero que caiga
con furia sobre la playa para que me desintegre."